Me sonaba el nombre de Jean Genet de haberlo oído más de una vez durante las largas y tediosas clases de la facultad. Lo he oído tanto que de forma inconsciente pensaba en él como en un teórico de la literatura sesentón cuyas apreciacianes al método semiótico de análisis literario habían roto todos los moldes del viejo estructuralismo de Jakobson de los 1960s. Y sí que es verdad que Genet sabe mucho de literatura y de otras cosas, pero no destaca especialmente por escritos teóricos demoledores. Al contrario, es un gran sabio, pero con textos muy líricos. Con su nombre en mente y la idea de leer algo de ensayo pido prestado a un amigo estas Cuatro horas en Chatila.
Chatila es un nombre que también he oído antes y que por algún motivo desconocido para mí lo relaciono directamente con la catástrofe. Pienso en un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. En un desastre nuclear poco conocido de algún país de Europa del Este. En un huracán arrasando Santo Domingo. Imagináos lo que sabía yo de la Guerra del Líbano y de las matanzas indiscriminadas de palestinos en los 1980s. Exacto, absolutamente nada. Cuatro horas en Chatila es una crónica periodística en la que Genet relata sus experiencias en uno de los barrios más acribillados del Beirut Oeste durante la invasión israelí del Líbano en 1982. Habla de su experiencia personal y hace un acopio de sus reflexiones sobre el conflicto árabe-israelí. La lectura de este minúsculo texto me trae a la mente la película de animación de Ari Folman titulada Vals con Bashir, sobre todo en los momentos finales, donde los protagonistas de ambas historias pasean entre los cadáveres de miles de víctimas inocentes (sus familiares rompiendo en llanto), palestinos refugiados que habían sido torturados hasta la muerte por la vieja falange libanesa, una organización ultraconservadora cristiana a la que habría apoyado secretamente Israel, entregando armas, recursos y dándoles plena libertad para hacer con ellos lo que quisieran.
Las matanzas de Sabra y Chatila tuvieron repercusiones importantes a nivel internacional hasta el punto de que el gobierno israelí se vio obligado a reivindicar constantemente su humanidad, defendiendo que en el derramamiento de sangre la incursión de los hebreos no había tenido nada que ver. En el parlamento se llegó a decir lo siguiente: "Unos no-judíos han masacrado a unos no-judíos, ¿en qué nos concierne esto a nosotros?" Esta frase heladora contribuye a que Genet derrumbe cualquier pequeño aprecio que pudiera haber tenido anteriormente por el país de Amos Oz y comience a elaborar una imagen romántica de héroe débil que lucha por su libertad en la figura de los fedeyines, los inexpertos soldados palestinos, carentes de medios para hacer frente a un enemigo invasor. Genet entiende que Israel ha pasado de ser el típico chico al que le hacen bullying en el colegio para convertirse en el matón lleno de granos que mete la cabeza de los debiluchos en el retrete. Solo porque no encaja. Solo porque siente que nadie le quiere. Solo porque la tierra que pisa antes no era suya. Porque la reclama como suya y porque no le importa emplear la fuerza para tomarla.
La narración viene acompañada en esta edición de un análisis de Juan Goytisolo, pero mi sorpresa viene cuando descubro que el análisis no es sobre este texto de Genet, sino sobre otro titulado El cautivo enamorado, donde se toman aspectos de Cuatro horas en Chatila, sí, pero que no deja de ser una forma de engrosar el libro lo suficiente como para poder distribuirlo comercialmente. Aunque el texto del francés me ha resultado muy interesante, valioso a nivel personal y necesario a nivel humano y social, las apreciaciones de Goytisolo, con su verborrea sobre otro texto al que no tengo acceso porque aquí no se incluye, me han dejado más frío que una noche de diciembre debajo de la lluvia. Aun así, si os interesa mucho el tema, cogerlo, como yo, de prestado no es mala opción para pasar una tarde y aprender algo sobre un conflicto reciente y al mismo tiempo olvidado en estas latitudes del globo.
Hola.
ResponderEliminarSi te interesa el tema, la novela Ánima se centra en la masacre de Chatila. Una de las mejores que leí por la elección de narradores.
Qué pena que incorporen el análisis de otro texto. Me apunto el libro porque siempre me interesó este tema.
Buenas lecturas!
Apuntado. ¿Autor o autora?
EliminarHola
EliminarTe dejo el link hacia Goodreads.
https://www.goodreads.com/book/show/20976281-nima
Eso sí, me resultó conmovedora y fuerte.