martes, 4 de junio de 2019

Resumen de lecturas: Abril y Mayo 2019




Como ya podréis suponer por la escasa actividad de la Esquina, no dispongo de tiempo para continuar reseñando con la asiduidad que me gustaría. Esto se debe tanto a un cambio en mi ritmo de vida (actualmente estoy preparando unas duras oposiciones y pretendo hacer otro Master para proseguir con mi formación) como a un cambio en mi estado de ánimo (me encuentro deprimido a más no poder por una serie de circunstancias vitales contra las que no puedo hacer nada). Todo en conjunto hace que pierda gran parte del entusiasmo que tenía antes a la hora de subir entradas. No obstante, sigo leyendo y como sigo leyendo no quiero dejar pasar esta ocasión de haceros un breve resumen de los libros que han caído en mis manos en los dos últimos meses. 

Aunque al principio pensaba fusilarlos por orden de lectura, al final he decidido separarlos por bloques temáticos (por decirlo de alguna forma), de manera que si a alguien no le interesa un punto en concreto pueda saltárselo y felices los cuatro.

Amélie Nothomb



Es, sin duda, la escritora cuyas obras he devorado con más interés. Quería saber si era capaz de escribir algo más que no fuera acerca de sí misma y evidentemente lo es. Queda así demostrado en Riquete el del copete (una adaptación posmoderna de la conocida fábula de Perrault), donde un chico feísimo y superdotado se enamora de una chica bellísima, pero poco avistada. El caso es que la obra promete mucho. Digo, promete, porque cumplir cumple poco. Recuerda a la tormentosa edad de la adolescencia donde todos nos hemos sentido unos bichos raros hasta encontrar ese amor que (¡vaya casualidad!) también se siente como nosotros. Y la obra ahí toca fondo. Para agravar el asunto, el final es azucaradamente forzado y poco satisfactorio. De hecho, la belga siente que se tiene que excusar, que es lo peor que puede hacer un escritor. Denota una inseguridad grandísima pedir disculpas por ciertos detalles de una obra de arte. Ya cuando te enteras de que esta mujer dice escribir cuatro novelas al año; la forma en la cual uno se toma las disculpas varía. No ocurre lo mismo con Estupor y temblores o El sabotaje amoroso, novelas mucho más antiguas de Nothomb, donde no adapta nada y solo habla de sus primeras experiencias laborales y amorosas respectivamente. Y que son dos joyas muy recomendables. Pero por qué solo me es interesante la vida de Nothomb. ¿Es una autora que vive de las rentas de su pasado como la vieja heredera de una familia de nobles castellanos? ¿Por qué cojea tanto cuando sale de sí misma? ¿Cómo de grande tiene el ombligo? Tengo pendiente Barba Azul (otra adaptación de Perrault, espero que en otra línea), pero tardará en llegar.  Estoy un poco intoxicado de la autora.



Literatura del Holocausto



A mediados de marzo pude cumplir mi sueño de viajar a Cracovia. Desde allí, un amigo y yo tomamos un interurbano destino Oswieciem, localidad situada a unos 40 kilómetros y que es conocida principalmente por el museo de memoria histórica de Auswitch-Birkenau. Efectivamente, allí estábamos los dos monigotes con una sensación térmica de menos quince grados contemplando dos lugares malditos donde se habían cometido las mayores vergüenzas de la historia de la humanidad. Mi experiencia allí me hizo darme cuenta de muchos aspectos de mi vida y comprender un poco más a las personas a mi alrededor durante el resto de mi estancia en Cracovia. También me sirvió para animarme a leer libros sobre el tema. Uno de ellos fue Huellas de la polaca Ida Fink: una recopilación de cuentos que tenía pendiente desde mi segundo año de carrera y que siempre había postergado porque me imponía mucho lo que se narraba. Otro fue El orden del día del francés Eric Vuillard. El primero es mucho más crudo y nos trata historias desde el punto de vista de los oprimidos, cómo ellos se esconden, padecen hambre y enfermedades y pierden a sus seres queridos. La prosa de Fink es lapidaria y junto a los cuentos, la edición de Errata Naturae incluye dos piezas breves de teatro de extraordinaria calidad. Por otro lado, el libro de Vuillard se centra más en la complejidad diplomática y política que implicó el Anschluss. Es decir, la anexión de Austria en el 1938 a la Alemania Nazi. Te habla de cómo las megacorporaciones apoyaron el gobierno de Hitler por su solidez, haciendo oídos sordos a los bestiales rumores que se escuchaban en la calle, y cómo muchas de las cuales sobreviven a día de hoy. También tiene una parte interesante sobre los juicios de los crímenes del nazismo. Lo curioso y lo que más agiliza el texto es su omisión de los principales vaivenes de la guerra, que se dan por sobreentendido al no pretender ser una novela bélica como tal.



Incomprendidos



En este apartado tenemos hasta cuatro novelas que tocan la incomprensión o la falta de comunicación entre personas como uno de sus temas principales: La ciudad feliz (Elvira Navarro), El corazón es un cazador solitario (Carson McCullers), Zombi (Juan Díaz Olmedo) y La letra escarlata (Nathaniel Hawthorne). Cada uno nos habla de temas similares desde perspectivas diversas, lo que hace que agruparlas aquí se antoje un poco artificioso, pero como es mi Esquina, me lo voy a permitir. De la primera obra no diré mucho, puesto que tenéis la reseña aquí. De la segunda es demasiado lo que hay que decir como para resumirlo en un espacio tan breve. Digamos que Carson McCullers escribe una novela por y para los marginados donde entran los soñadores que nunca alcanzarán sus metas. De la tercera novela quiero hacer una reseña, puesto que no hay muchas en la red y el trabajo en edición me ha encantado. Toca además mi lado más psycho killer, pues narra la historia de unos enfermos terminales que luchan a muerte y graban vídeos porno en Internet, consiguiendo así algún dinero que invierten en drogas duras. ¡Eso sí que es vivir el día a día como si fuera el último! La cuarta y última novela de esta sección es un clásico fundacional estadounidense. Sobre él les voy a dejar una reseña de Un libro al día, con los que coincido bastante. Hawthorne es un maestro de la palabra bien dicha, pero esta historia se antoja demasiado lenta para un lector de nuestra era. 




John Fante y James M. Cain



De Fante hemos leído dos obras de la saga Bandini: Espera la primavera, Bandini y Pregúntale al polvo. Soy partidario de la opinión impopular de que la primera es mucho mejor obra que la segunda, pero eso ya os lo argumentaré a lo largo de este mes de junio en su reseña (que está escrita a mano, como ya comenté en la anterior entrada, pero que me da mucha pereza mecanografiar). En un ambiente muy similar se ambienta El cartero siempre llama dos veces, una, por aquel entonces, atípica novela policíaca que ya reseñamos la semana pasada. De Cain estoy leyendo también Pacto de sangre, una novela posterior, pero que innova poco o nada en relación con el cartero. Dentro de las novelas policíacas atípicas habríamos de mencionar también a Hipnos de Javier Azpeitia, ganadora del Hammet en su día y reseñada aquí.















Teatro clásico francés



Como entremeses he ido intercalando lecturas más pesadas con textos teatrales franceses del siglo XVII. Han caído dos de Jean Racine (Fedra y Andrómaca) y uno de Moliere (Tartufo).  De Racine he de decir que Fedra me ha gustado mucho más por ser mucho menos pretenciosa, si bien es cierto que ambas parten de la típica historia griega de amoríos imposibles que acaba en la típica tragedia con muertes románticas (fuera de escena, eso sí, ¡que los franceses de esa época eran muy impresionables!) y donde nadie es feliz. Recuerda a Shakespeare, aunque con mucha menos fuerza y con soliloquios innecesarios y tediosísimos para alguien que haya ido, como yo, cuatro veces al teatro en toda su vida. De Tartufo me queda deciros que me ha gustado mucho más, aunque no deje de ser un episodio malo de una sitcom española de esas que te ponen en la Uno por las tardes. Eso sí, quizás sin un personaje tan ladino como Tartufo no existirían esas sitcom.






Hasta aquí lo que he leído los dos últimos meses, que sin ser mucho tampoco es poco. Espero que hayan disfrutado y nos vemos próximamente. Puede que mantenga el formato y lo intercale con reseñas. A fin de cuentas, no me desagrada lo más mínimo. 

Dicho esto, lean mucho, coman con moderación y namasté.



4 comentarios:

  1. La verdad es que tus resúmenes son casi como mis reseñas, de cuando yo hacía reseñas, claro. Bueno de lo que has subido hoy apenas he leído nada. Amélie Nothomb sí, aunque me cansé al cuarto o quinto libro. Coincido contigo en que 'Estupor y temblores' y 'El sabotaje amoroso' están muy bien y es de lo poco que salvo. Fante se me atragantó mucho antes, al segundo libro suyo, así que no creo que repita con él en breve. Por otro lado me apunto para buscar el de Ida Fink. Ánimo con las oposiciones y crucemos los dedos para salir pronto de bache, porque yo no es que sea precisamente unas castañuelas con todo el estrés laboral que llevo acarreando estos meses.

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    1. Más quisieran ser mis resúmenes como tus reseñas, Cities. Gracias por sacar un ratito de ti, pasarte por la esquina, comentar y darme ánimos. Te lo agradezco de veras.

      Por otro lado, entiendo que Fante se te atragante. Es un autor que siempre habla de lo mismo (los problemas paterno-filiales, las ruinosas vidas de los descendientes italianos en tierras estadounidenses, el sentimiento de culpabilidad cristiano, etc.), pero creo que, a pesar de sus limitaciones, es un gran escritor. Usa el estilo indirecto libre como pocos y si se llega a empatizar con sus personajes (aunque casi siempre sean moldes de sí mismo), te puede marcar.

      El libro de Fink creo que te gustará. Tiene un cierto parecido con uno que reseñaste hace tiempo de Herta Müller, que sé que es un nombre muy apreciado para ti. Además, se puede leer del tirón con fortaleza.

      Lo dicho, un abrazo y fuerza.

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  2. ¡"Barba Azul" de Nóthomb es malísimo, Lucas! ¡Huye ahora que estás a tiempo!

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    1. ¡No me digas eso, Oriol! Yo aún tenía fe. ¡Te juro que la tenía!

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