Llega el invierno y toca hacer revista de todo lo leído este otoño, que no ha sido poco, la verdad. Este otoño nos hemos adentrado un poco más en la literatura polaca, pero sobre todo en la rumana, que cada vez genera en mí mayor interés. Aunque me prometí a mí mismo leer ensayos teóricos sobre literatura, para qué nos vamos a engañar, si lo mío es la ficción. De todas formas cayeron las conferencias que nunca llegó a pronunciar en ¿Massachussetts? Italo Calvino debido a su repentina muerte. También me dije que debía leer obras de literatura china, pero aunque empecé el otoño muy entusiasmado con esta idea, lo cierto es que no llegué a leer más de dos obras de teatro muy breves, lo cual es casi como no leer nada. Por contra, se han colado aquí obras estadounidenses, españolas, checas y noruegas productos de mi poca constancia a la hora de plantearme leer algo sin ojear si quiera lo que hay justo enfrente. En fin, que sigo siendo un desastre. Espero que no me recriminen nada.
En octubre...
En octubre...
Manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jan Potocki. Versión de 1810. (5/5)
Comenzábamos el otoño con un gran reto. Las más de 700 páginas de esta obra maestra de Jan Potocki, que no ha dejado de cumplir las expectativas puestas en ella. Una auténtica maravilla de novela gótica adelantada a su tiempo que combina lo mejor de las grandes obras literarias occidentales anteriores y un conjunto de saberes interdisciplinarios asombrosos. Su ritmo dinámico de historias enmarcadas con una trama exterior más desarrollada que sus precedentes estilísticos, tanto orientales como occidntales la convierten en una de las mejores y más memorables lecturas de este recuento. Recuerdo que escribí una reseña que publiqué varios días después y que podéis leer aquí.
Entrevistas breves con hombres repulsivos, de David Foster Wallace (1,5/5)
Asqueroso a más no poder. Casi innecesario. A veces postureo puro. El "¡Mírame, mamá, si hasta soy moderno!". Con frases excesivamente largas en muchas ocasiones. Pedante. Reiterativo. Etcétera. No sé qué tendrá que le vuelve loca a la gente. A mí me ha parecido vacío, aburrido y desagradable a excepción de cuatro o cinco "cuentos". Quizás por eso no se lleva la calificación de infumable. No voy a preocuparme si la literatura de los escritores de mi generación avanza en este sentido, pero, si es así, no creo que les compre muchos libros. Para más detalles, una reseña.
Seis propuestas para el próximo milenio, de Italo Calvino (4/5)
Más que interesantes, y quizás también discutibles, las propuestas que nos deja Calvino para una escritura de este milenio en el que ya hemos entrado. ¿Cuándo podemos decir que un escritor es rápido? ¿Cómo argumentar que un texto en pesado? ¿La obra debe aspirar al reflejo de la totalidad? ¿Lo mejor son las historias cortas o las largas? ¿Para ser el poeta que mejor hable de la vaguedad no tendremos que ser exactos al menos en ese punto? Estamos frente a una colección de conferencias muy bien planteadas, con unas ideas muy ilustrativas que conseguirían que fijase mi atención en otros aspectos en mis próximas lecturas.
La investigación, de Stanislaw Lem (4/5)
Gran novela de suspense que mezcla elementos clásicos de la novela policíaca, de terror y de ciencia ficción en un cóctel abrumador que te mantiene pegado al libro hasta casi el final. Estamos en un Londres neblinoso de finales de los 1950s y Scotland Yard se encuentra ante un misterio que es incapaz de resolver: quién es capaz de robar de seis cadáveres de seis cementerios distintos en noches de tormenta sin dejar ningún rastro. ¿Será verdad lo que parecen sugerir algunos de que estos se levantan solos? ¿Hay un culpable entonces? ¿Si es así podemos considerar estos hechos tan extraños como crímenes? Lem nos propone un relato muy próximo al que es común en autores más comerciales como Stephen King, aunque sin despegarse en ningún momento de sus intereses filosóficos en la narración. Reseña.
Proyectos de pasado, de Ana Blandiana (4,5/5)
Genial recopilación de relatos de corte neofantásticos de la escritora rumana que constituyen una suerte de crítica al régimen comunista y a sus medidas tomadas durante la época inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, aunque no sólo eso. Alegorías llenas de magia y atmósferas embadurnadas de onirismo. Cada relato es una pequeña pieza de un puzzle colorido y turbio que guarda el encanto de lo autóctono y el trabajo de una auténtica artesana de las letras. Cientos de relaciones podríamos establecer con otros escritores de un estilo más o menos similar: Hrabal, Stasiuk, Frisch, Borges, Piñera, Cortázar,... Reseña muy tardía.
Los muertos, de Jorge Carrión (4,5/5)
Con propuestas muy originales y un modelo de escritura puramente cinematográfico, Los muertos se convierte en una de las novelas más adictivas que habré leído jamás. Lo que empieza pareciendo una historia cualquiera de ciencia ficción se retuerce más que una fregona para proporcionarnos un auténtico espectáculo narrativo de primer nivel. Reseña.
Las señoritas de Wilko, de Jaroslaw Iwaszkiewicz (3,5/5)
"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismo" dijo Neruda en una de sus famosos 20 poemas de amor. Aquí Iwaszkiewicz, desde la otra punta del globo, aparece para querernos transmitir mediante una historia genuina la misma idea. Un exmilitar quiere volver a ser feliz junto a las chicas que él cree que amó en su juventud. ¿Lo conseguirá quince años después? Reseña.
El paraíso de las gallinas, de Dan Lungu (4/5)
¿Cómo será el paraíso de las gallinas? ¿Diferirá mucho del de los hombres? Son preguntas que un buen día abordan la mente de Relu Covalciuc al ver cómo todas sus ponedoras saltan de alegría en el corral, se inflan a comer maíz y juguetean con las lombrices. Las gallinas no tienen los problemas de los hombres, piensa Relu. ¿Será esto cierto?
Lungu nos presenta una suerte de texto narrativo que por su extensión iría a corresponderse con la de la novela, aunque por su estructura tenemos que decir que es imposible. Se nos recrea la vida en la calle de las Acacias, en un periférico barrio de alguna ciudad de provincias, antes y después del periodo comunista, lo que le sirve a Lungu de excusa para repartir puñetazos a diestro y siniestro, tanto al sistema comunista como al capitalista, poniendo de relieve los problemas de cada uno. Reseñada.
Los pistoleros del eclipse, de Munir (2,5/5)
Interesante y brevísima novela de autoficción, tipo Matando dinosaurios con tirachinas, aunque reajustada a la época actual e introduciendo gran cantidad de contenido lisérgico, esbozos de reflexiones transcendentales, realismo sucio, referencias metatextuales (o metareales, según se mire), etcétera. El estilo de escritura oscila entre un Foster Wallace a punto de empezar una orgía (lo cual no me gusta especialmente como ya he dicho arriba) y un celso castro rememorando (o reinventando sus mejores (y quizás nunca vividos (o únicamente vividos años (lo que creo que es buena señal)))). Fuera de esto cuenta con momentos muy divertidos (otros muy líricos). Munir es un escritor con mucha imaginación, tanta que, a veces, le cuesta mantener el ritmo. Quizás lo mejor de la obra, a mi juicio, sea los momentos en los que se aleja de la autoficción. No debe ser mal cuentista. Reseña.
R. U. R. + El juego de los insectos, de los Hermanos Capek (3,5/5)
Hay que aclarar que la obra tiene pinta de ser mucho mejor de lo que yo he leído y es que existen en el mundo traducciones infames, algunas mucho más que infames y entre estas últimas se encuentra la que Consuelo Vázquez de Parga realizó de estas dos obras de teatro emblemáticas del primer tercio del s.XX checo. Traducción indirecta destinada a un público masivo, que no sé si, por desgracia será la única en castellano hasta la fecha. La edición es descuidadísima y, a pesar de la gran calidad de las obras, es difícil disfrutar lo justo del texto.
Fuera de esto, ambas obras proponen, la primera desde un marco de ciencia ficción y la segunda desde un mundo mucho más coloristas y fantástico, cuestionar duramente, con un humor más que ácido, las acciones de los hombres. Me extiendo un poco más a falta de fortaleza y tiempo para redactar una reseña en la que pudiera abordar estas cosas más en detalle. No deja de ser recomendable e interesante para entender los orígenes de la ciencia ficción.
La injusticia contra Dou E, de Guan Hanquing (3,5/5)
Primer contacto con la literatura del gigante asiático. Esta vez una obra teatral de corte clásico sumamente interesante, que puede recordarnos mucho al tipo de teatro isabelino inglés de la venganza, con sus escenas truculentas y sus fantasmas. A pesar de esto, el final es, por contra, justo con la buena voluntad de los personajes. Dou E es acusada injustamente de envenenar al padre del hombre que quiere obligarla a casarse con él y sufre un juicio donde no se oye su voz debido a su condición de mujer. Bien es verdad que no hace falta haber leído mucho para entender que los personajes pueden dar mucho más juego de lo que realmente dan. La aparición del fantasma de Dou E a su padre puede pecar de simplista y llena de comentarios inverosímiles. Aunque, teniendo en cuenta que fue escrita en el s.XIII, recién aparecido el género teatral, lo mejor sería no devanarse los sesos mucho con estas cuestiones.
El huérfano del clan de los Zhao, de Ji Junxiang (3,5/5)
Más teatro que gravita sobre el tema de la venganza. En este caso será el joven huérfano de los Zhao quien deberá vengar el genocidio cometido contra trescientos miembros de su familia por un hombre avaro que ha engañado al duque (o príncipe) Ling para hacerse con el control de la provincia e imponer su ley, llena de crueldades. Especialmente bella será la escena de la reflexión entorno a las pinturas del que cree su padre, quien realmente es su salvador, y descubre la auténtica verdad de su pasado (la anagnórisis). A pesar de ello, las escenas de enfrentamientos se quedan algo vacías por culpa de la falta de anotaciones. Es una obra que representada debe de ser muy distinta que como está escrita.
Y ya en diciembre...
Desde hace dos mil años, de Mihail Sebastian (5/5)
Toda una joya profunda y atípica. Desde hace dos mil años habla desde el corazón de un judío que ya ha perdido la fe en todo salvo en las personas. El protagonista se convierte en voyeur y sufridor de los distintos planteamientos ideológicos (marxistas, fascistas, sionistas, liberales, nihilistas) y sus respectivas prácticas de los hombres que lo rodean (Blidaru, Vieru, Drontu, S.T.H., Parlea, Buret). Todo ello en el contexto de la Rumanía inmediatamente anterior a la dictadura de Antonescu y la Segunda Guerra Mundial. Reseña.
La posada de Manhuiol, de Ion Luca Caragiale (4/5)
Antología de varios de los mejores cuentos de uno de los grandes clásicos de la literatura rumana que mezcla la tradición de las narraciones orales del campo con el absurdismo que sólo puede respirarse en territorios urbanos cada vez más burocratizados. Caragiale demuestra ser un gran maestro de la confección del discurso, especialmente del que va cargado de humor, crítica e ironía. No por nada Ionesco lo señaló como su maestro. Tengo pendiente revisar la reseña para publicarla. Saldrá en un par de días si todo va bien.
Tragedia tardorromántica y de corte histórico bien estructurada y con buenos diálogos que, a pesar de su interés moralizante y su visión del mundo algo patriarcal y simplista para el personaje femenino, resulta más que interesante al recoger en sus páginas el peso de la tradición del teatro isabelino inglés y de las tragedias de la Antigüedad grecolatina. Como primer contacto con el dramaturgo, no me parece mal. La mezquindad con la que se mueven sus personajes (incluso el héroe Catilina) es un punto que desconcierta al lector y que puede llegar a gustar hasta cierto punto. Reseña.
Hielo, de David Aliaga (3,5/5)
Hermosa novela breve que trata el tema de la huida, la aceptación de los errores fatales y la necesidad de seguir viviendo aún con todo lo horrendo del mundo a las espaldas de la conciencia. No es que goce de una potencia narrativa sorprendente, pero lo que cuenta está bien contado, aunque hay momentos en los que el texto me chirríe (sobre todo, en los que el narrador se centra en Jón y entra en una especie de atmósfera irónica que rompe demasiado con el tono más o menos solemne (y a veces enternecedor y melancólico) que puede tener el resto de la obra). ¿Como no? También tengo pendiente su reseña.
Los insignes, de David Pérez Vega (4/5)
Divertidísima novela que viene a satirizar las absurdeces del mundo poético actual con sus premios amañados, sus círculos de escritores que no se leen ni a sí mismos pero que se aplauden con entusiasmo, sus editoriales destinadas a un público masa para los que la literatura significa de todo menos recogimiento y abnegación en pos de una métrica perfecta y unas buenas palabras. La trama es algo estrafalaria, con un Kim Jong-un que practica su español por Skype con un poeta mostoleño ignorado por todos y hundido por la incapacidad de obtener el reconocimiento que cree que merece tras largos años de esfuerzo. La prosa es fluida y la narración ágil y precisa, sin perder el toque de oralidad que pretende transmitir (se supone que son conversaciones por Skype). El único pero que he podido encontrarle, y es más un gusto personal que otra cosa, es que quizás el líder supremo de Corea del Norte intervenga tan poco en el diálogo, asumiendo un papel de psicólogo freudiano que deja hablar a su paciente. Kim Jong-un podría haber dado más juego si Pérez Vega hubiera querido explotarlo. Se nos pincela como un oyente pasivo del que muchas veces nos olvidaríamos si Ernesto (su protagonista) no hiciera algún que otro chiste/comentario. Y paro aquí de hablar y paso a decir algo de lo que aún no he terminado de leer. La reseña de Los insignes seguramente aparecerá por aquí a comienzos de enero, aunque preferiría no prometer nada. No son las mejores fechas para hacerlo.
Llevo demasiado poco leído como para emitir un juicio certero sobre esta novela. De momento me está pareciendo bastante cursi y estoy encontrando de todo menos lo que esperaba encontrar viniendo de leer su Desde hace dos mil años.
Dicho esto, los PROPÓSITOS PARA EL INVIERNO son:
*Seguir leyendo más literatura española: Sobre todo, me gustaría profundizar tanto en la narrativa y en el texto teatral de ahora como en los clásicos del siglo XX.
*Seguir leyendo literatura rumana: Cartarescu, Vosganian, Lungu, etcétera.
*Leer algo de Manuel Otero Silva: Autor venezolano muy olvidado que no paran de recomendarme.
*¡Más obras de Ibsen!: Al menos cinco deberían caer.
Y ya está. Llevo mucho tiempo tecleando y creo que es hora de que baje al salón a zamparme un par de polvorones junto a la estufita y a seguir leyendo. ¡La Esquina de ese Círculo les desea a todos felices fiestas!
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