sábado, 9 de agosto de 2014

Matando dinosaurios con tirachinas, de Pedro Maestre

Un pedacito de loca vida cotidiana...


Para despejarme un poco de tanto realismo (Dostoievski, que es bueno, pero a veces pesa y cansa) y atraído por el más que llamativo título y la breve extensión (¿para qué nos vamos a engañar?) de esta novela de Pedro Maestre con la que conquistó el prestigioso premio Nadal en 1996, decidí que me la merendaría en un par de tardes, aunque sólo fuera por relajar un poco la mente y por curiosidad. "Matando dinosaurios con tirachinas" narra un tajo de la vida de un tal Pedro, -no sé si es autobiográfica, aunque tiene toda la pinta,- un joven licenciado en Filología Hispánica en paro que se muda de Elda a Alcoy para vivir con su novia Elia, la cual lo mantiene mientras él intenta buscar empleo entre algunas mañanas llenas de optimismo y otras comido por la pereza. La relación entre Pedro y Elia es complicada y cada día va a peor, discusiones y sexo, sexo y discusiones, pero cada vez son más las broncas, los enfados y las malas caras. Él dice que la quiere y, sin embargo, no tarda en irse de putas con su mejor amigo Vicente, quien en la adolescencia fue todo un macarra y que cada vez se convertirá en alguien más preciado para nuestro personaje, con él que, incluso, tendrá también sus peleas matrimoniales. Por otro lado está Mesca, el único de los amigos que ha tenido éxito aparente en la vida, siendo director de cine, ha rodado varios cortos y una película, y siempre está de marcha y encandilando mujeres con su rollo de artista bohemio. Mesca es presumido y despierta los celos de los demás allá por dónde pasa. Pedro no es de los que soportan fácilmente cómo su carrera como escritor se hunde: decenas de cuentos que no ganan concursos, novelas que las editoriales se niegan a aceptar; y también su carrera como persona: su relación con Elia y sus amigos, su conocimiento de que es un mantenido, su nueva forma de ser, disoluta y frágil,... Por eso, achaca de todos sus males a sus educadores, a sus padres, que no le han sabido preparar lo suficiente, siendo extremadamente sobreprotectores, para la guerra contra los dinosaurios de la vida diaria y ahora, en lugar de tener una metralleta, tiene sólo un triste tirachinas con el que poco o nada puede hacer. "Matando dinosaurios con tirachinas" está narrado desde la cabeza del protagonista a forma de extenso monólogo interior en una única frase que, además, está cortada, pues el principio se halla en el nacimiento del protagonista, al que no podemos acceder, y el final en la muerte del mismo, que aún no ha llegado y para la cuál podemos decir que aún falta mucho para que llegue. "Matando dinosaurios con tirachinas" es una interesante novela sobre la superación del complejo de Peter Pan, con un estilo de escritura muy llamativo y particular, que refleja un poco el año en el que se concibió (1994-1995), pero que no pasa de ahí. Es una novela fácil de digerir, además de digerible. No es mi estilo de novela favorito, pero está bien. Es recomendable.

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