sábado, 21 de julio de 2018

Tarántula, de Thierry Jonquet



Un reputado cirujano plástico de París (Richard Lafargue) presencia en una verbena cómo violan a su hija adolescente. Cuatro años después ella sigue en el estado semivegetativo en el que la dejó el shock y él ha perdido paulatinamente su humanidad. Richard, incapaz de saciar su sed de venganza, disfruta torturando a su compañera Eve. La agrede física y verbalmente, le ordena todos y cada uno de sus pasos y la obliga a prostituirse varias veces al mes, especialmente tras las agudas crisis de su hija. Con el tiempo vamos descubriendo que la personalidad sumisa y masoquista de Eve ha sido moldeada completamente por su persona. Imaginamos que por amor, pero en ella se guardan algunos sentimientos mucho menos bienintencionados.

El horrible crimen se llevó a cabo por dos maleantes. Uno desapareció meses después en extrañas circunstancias y el otro huye de la ley, cuatro años después del incidente, por haber asesinado recientemente a un agente de policía. El miedo del fugitivo le lleva a buscar una solución arriesgada para garantizar su seguridad venidera. Tras ver un programa de televisión, llega a convencerse de las ventajas de cambiar su rostro y para ello busca a un cirujano de renombre, frágil y extorsionable. La mala suerte le hace toparse con el padre de su antigua víctima.

Jonquet despliega todas sus herramientas en la construcción de una brillante novela negra con altas dosis de intriga y giros inesperados. Como ya dijo Cities en su reseña en Das Bücherregal, los personajes recuerdan y mucho a los de Patricia Highsmith, en el sentido de que son ciudadanos cotidianos que ocultan sus maldades a un mundo que no tiene por qué sospechar nada. Lafargue es una eminencia en el campo de la cirujía plástica y ha ayudado a miles de personas en su faceta pública, aunque al mismo tiempo no deje de ser un torturador tiránico de una malevolencia frívola. Eve trata de redimir su culpa y de proteger a quien ama mediante la aceptación de un castigo impuesto, mostrándose a la vez como una joven elegante y caprichosa que sabe disfrutar de los placeres de la vida sin pensar mucho. Alex Barny, el tercero en discordía, es un delincuente en potencia, pero conoce la amistad, la fraternidad masculina y el dolor de una madre. Todos son empáticos, todos son humanos y todos usan máscaras para enfrantarse al día a día.

A nivel técnico, lo más destacable de la novela tras la construcción de los personajes y la gestión de la intriga son dos cuestiones. La primera es el uso de un estilo elegante de doble filo, donde la mordacidad está a la vuelta de la esquina. La segunda es la interrelación tan magistral que realiza Jonquet entre los sucesos del pasado y los del presente. En este aspecto, la historia tiene mucho de thriller, con una narración particular basada en secuestros, ocultamiento de identidades, crímenes y la obligación de un padre de tomarse la justicia por su parte. Es digno de mención el uso de la segunda persona durante los saltos al pasado. La incomodidad que deja en el lector es grande. Uno se siente atrapado con el personaje del secuestrado; siente su odio, su miedo y también ese germinar casi enfermizo de Síndrome de Estocolmo que experimenta y que viene, cómo no, acompañado de un cierto Síndrome de Pigmalión en la figura del secuestrador. Un desdoble conceptual envolvente.
 
No he visto La piel que habito, pero por lo que puedo extraer del argumento en Wikipedia, la adaptación de Almodóvar parece ser bastante libre, por no decir que los puntos en común se cuentan con los dedos de una mano. Esto ocurre en abundancia dentro del mercado de los libros. No es ningún secreto que el mundo audiovisual dejó obsoleto al literario y que la búsqueda de ventas a través del filón del cine es aprovechada por muchas editoriales. La fajita de mi edición de Tarántula es modesta en comparación con otras que he visto por ahí. Muchos lectores potenciales llegan al libro a través de la película o la serie de televisión y está bien que así sea. Al menos el barco no se hunde. Le da alas al escritor, al traductor y a las editoriales. El libro no lo ha escrito el director manchego, pero recuerda mucho a su cine característico. Puedo comprender perfectamente que quedase maravillado tras su lectura y decidiera invertir tiempo y dinero en adaptarlo a la gran pantalla. Yo también lo habría hecho de haber podido.

PD. En la reseña de Das Bücherregal podréis encontrar links a otras opiniones serias sobre esta novela corta, así que me voy a escaquear de hacer ese trabajo hoy también.  Saludos y felices lecturas.



5 comentarios:

  1. Como se solía oir al salir del cine cuando la película es una novela adaptada: el libro está mucho mejor
    XD

    Me alegro de que te haya gustado. Y como siempre, gracias por el link.

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    1. Si está mejor o peor no voy a ser yo quien lo decida. Sé que el argumento es distinto y está bien señalarlo. No se vaya a mosquear nadie luego.

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    2. En realidad y siendo justos, como ya creo que comenté en el blog, la película de Almodóvar está bastante bien. Y eso que yo no hago más que echar pestes del manchego desde los seis toros masacrados para rodar una escena en "Hable con ella".

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  2. Cómo puedo descargar el libro en PDF o en Epub. Ayuda por favor!

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