martes, 1 de julio de 2014

Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda

Un viaje breve e interesante a la selva ecuatoriana...



"Un viejo que leía novelas de amor" es una novela bastante breve (no sé si llega a las cien páginas) perfecta para leértela una tarde en la playa, por lo que no me voy a extender mucho con la reseña. Lo primero decir que ha sido una acertada recomendación de mi amigo Antoni Soto. Lo segundo, es hablar de la novela. La acción nos sitúa en una remota estación fluvial en uno de los afluentes ecuatorianos que van a parar al gigantesco Amazonas llamada El Idilio, donde vive nuestro personaje, un viejo que, dos veces al año, con la llegada del Sucre, un barco lleno de provisiones con el que el pueblo hace trueques, recibe, de parte del dentista de a bordo, un tal Loachamín, un par de novelas. Pero estas novelas no son cualquier tipo de novelas. Antonio José Bolívar Proaño (así se llama el viejo) sólo lee novelas de amor donde ocurren muchas desgracias, quien sabe si porque éstas le recuerdan a su difunta esposa, la cual, por alguna razón que me es desconocida, tiene un nombre más largo que la duquesa de Alba. El autor se vale de catalepsis (flashbacks en inglés) para explicar el arribar del viejo a aquel punto perdido de la selva en constante disputa con el estado vecino del Perú. Antonio José Bolívar llega allí con su mujer y la promesa de que el gobierno les ayudará económicamente, cosa que, como es típica, no ocurre nunca. Tras un acceso de fiebres y agotada por el hambre, la mujer muere. Bolívar se echa a la selva y entra en contacto con los habitantes autóctonos de la selva: los indios shuar. Al más puro estilo Álvar Núñez Cabeza de Vaca se convierte en uno más de esa sociedad primitiva, pero muy sabia. Como historia "Un viejo que leía novelas de amor" no aporta muchas cosas. Da algunos datos curiosos sobre estos indios y sus costumbres y sobre el descontrol que el gobierno tenía en una región donde todo se soluciona con violencia. Está bien escrita y es fácil de leer. Y el personaje es sumamente entrañable. Pero eso es todo. Sin embargo, como digo, ha sido una buena recomendación y me ha gustado mucho. Tengo por aquí la película y no dudaré en verla pronto.

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