Algo coja esta temporada en Venecia...
Este brevísimo relato largo/novela corta editado por minúscula de un tal Włodzimierz Odojewski narra la historia de una familia polaca auténticamente obsesionada con la ciudad italiana de los canales durante la Segunda Guerra Mundial. Ésta, que planeaba un nuevo viaje a Venecia, lo ve interrumpido por el estallido inminente de la guerra y se refugia en el viejo hostal de una de las hermanas de la madre, no muy cuerda, en un pueblo del sur del Polonia. La historia es narrada y se centra sobre todo en el hijo menor de la familia, de nueve años, llamado Marek. El contraste entre el narrador inocente tipo niño y algo tan catastrófico como la guerra se repite en una obra que ya vimos aquí hace casi un año y que se titulaba El pájaro pintado. Nunca llegamos a saber más de lo que sabe el niño, pero cualquier lector medio tiene unas nociones clave del conflicto bélico más famoso de la Historia. Para huir de la catástrofe a una de las tías, no a la loca, sino a otra más loca todavía, se le ocurre que tal vez sería oportuno engañar a los niños con algún juego aprovechando que el sótano se ha inundado por una fuga de agua, algo que bien nos puede recordar a la película de Roberto Benigni La vida es bella. Hasta aquí todos los destellos de brillantez. Es una novela tierna. Sí, es verdad. Sin embargo, también es excesivamente sencilla y carece de momentos realmente potentes, de giros de tuerca y de desarrollo psicológico de los caracteres. También da la sensación de que sobran páginas ¡y no tiene muchas! No dramaticemos, no es una desgracia, aunque, como decimos, tampoco es, ni mucho menos, una maravilla...
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