viernes, 29 de enero de 2021

Noche de pizza con mi villano, de Daniela L. Guzmán

 


Normalmente no suelo ser muy optimista con los escritores de mi generación, ya que, por lo general, tienen perspectiva, pero les suele faltar la técnica para hilvanar grandes historias. No obstante, el libro que reseño hoy me ha sorprendido para bien. Noche de pizza con mi villano se trata de una recopilación de cinco relatos de la joven promesa mexicana Daniela L. Guzmán, unidos por un nexo común: la villanía. Y, bueno,... también por la pizza. Los protagonistas de cada uno de ellos parten de personalidades reales de la historia mexicana más clásica. Tenemos a Hernán Cortés, a la Malinche, a Moctezuma, a Maximiliano de Habsburgo y a Porfirio Díaz. Y su protagonismo se integra con esos elementos que tanto me atraen de la literatura mexicana más reciente: la conciencia de que Méjico no es un país que funcione de acuerdo a una lógica, de que si en un país pueden llover cabras del cielo y bajar extraterrestres en un cono de helado para bailar una samba, ese es Méjico. Y eso es así porque si algo ha funcionado en la historia y la política del país es justamente lo inesperado. Los mejicanos que conozco rara vez se sorprenden, lo que hace que la literatura orbite por mundos mucho más fantásticos que los que acostumbramos en Europa. 

Méjico no es un país normal, como decía Juan Pablo Villalobos, y está plagados de villanos históricos, cuyas historias fascinan a los propios mejicanos, cuyas ideas son rescatadas una y otra vez por ellos en el día a día. Guzmán hace en este libro una reinterpretación de sus historias recurriendo al amplio abanico de la ciencia ficción y la ficción especulativa, dando lugar a textos muy bien cuidados y que apuntan formas. Son los siguientes:

  • Rehúso, señor presidente: El presidente del país trata de dejar el cargo, pero es reelegido una y otra vez. Se convierte en un ser despótico y en un auténtico tirano para el pueblo, pero este le sigue adorando. Ni siquiera le dejan suicidarse tranquilo.
  • No vayas, es una trampa: Un grupo hotelero vegano secuestra a un ingeniero y a sus hombres y les obliga a probar durante un tiempo su modo de vida, a la fuerza.
  • También en Plutón hay una ciudad llamada Estocolmo: Un padre conspirativo piensa que su vecino es un auténtico plutoniano y se va a vivir con él abandonando a sus hijos.
  • Mi mejor amiga vive en una pecera gigante: Un par de estudiantes adolescentes decide recaudar peces para salvar la extinción de los osos polares, pero una de ellas es maltratada por sus compañeros hasta el punto de despreciar a la raza humana.
  • El empleado enfermo: El hijo progre de un empresario hereda el imperio económico de su padre, pero no tiene ni idea de cómo dirigirlo. En las oficinas tiene permiso para hacer lo que se le antoje, salvo una sola cosa: abrir la puerta del sótano en la que trabaja "el empleado enfermo". Cuando ambos entren en contacto, su forma de ver el mundo cambiará drásticamente.
Se trata de textos bastante breves y que se pueden leer en su conjunto en unas dos horas. Están plagados de humor y de referencias a la cultura pop de mi generación (los que nacimos en los noventa), más allá de los localismos propios de Méjico. El lenguaje es ágil, pero también goza de una profundidad que parte de la reflexión y de lo simbólico. Guzmán juega con la referencia y se apropia de ella hasta darle forma y encajarla en su mundo literario. Su estilo es muy personal y colorido. No obstante, el marco narrativo puede desconcertar de alguna manera al lector y era por completo innecesario, pues ya los relatos son lo suficientemente buenos de por sí. Hay una breve introducción en la que se trata de explicar que los villanos han resurgido y han concedido entrevistas para la televisión nacional por una porción de pizza (y un vaso de vino), pero lo que uno encuentra luego son relatos que se vinculan con dichos villanos simbólicamente y en los que no hay ni rastro de la aparentemente prometida entrevista. Por decirlo de alguna forma, se trata de historias que no podrían aparecer en un programa de televisión al ser estrictamente literarias. Y luego está el tema de la pizza, que acaba siendo meramente anecdótico, a no ser que entendamos, claro, que en la referencia a la comida italiana reside esa intencionalidad de actualizar viejas historias. Salvando estos detalles y algunos descosidos propios de toda primera obra, se puede decir que es un libro de relatos muy en condiciones, demasiado si se tiene en cuenta de que la autora lo distribuye de manera totalmente gratuita por Google Play. Muchas veces pagamos por libros mucho peores y no le damos la oportunidad de ser leídos a estos autores menos conocidos, lo cual es una verdadera lástima.

Lean mucho, coman con moderación y namasté.



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