martes, 27 de octubre de 2020

Entrevista a Fernando Codina, autor de "Código binario"





Ya casi concluyendo el mes de la ciencia ficción, me complace enormemente tener como invitado al español Fernando Codina Rodríguez. Fernando es escritor de narrativa de terror, horror y ciencia ficción (e incluso tiene una novela romántica). Periodista de formación, también ha destacado escribiendo poesía. Entre su obra narrativa cabe destacar dos libros de relatos breves de terror y horror titulados Te veo: y otras miradas sin vida (Wave Books) y Entre mis tinieblas (Editorial Maluma), así como el libro de relatos largos Hijos de la oscuridad (Célebre editorial), que ya fue reseñado en esta esquina. También ha participado en numerosas antologías como Tras el umbral (Palabras de Agua), Gritos sucios: una antología splatterpunk (Ediciones Vernacci) y Proyecto Shelley (Editorial Círculo Rojo), con un relato sobre el aislamiento y la soledad. Pero, lo que hoy nos interesa es debatir sobre su novela más reciente, una pieza de ciencia ficción apocalíptica que lleva por título Código binario.

LUCAS DESPADAS: En primer lugar, Fernando, quería darte la enhorabuena por una novela tan lograda como Código binario. Aunque toca temas que son muy actuales, soy consciente de que llevabas años trabajando en esta obra, así que me alegra que haya salido a la luz. Por eso, quería preguntarte cómo había sido el proyecto de revisión de la obra, qué tipo de detalles has descartado y cuáles han sido los añadidos de última hora.

FERNANDO CODINA: Código binario es una historia bastante peculiar, al menos por su forma y tiempo de ser escrita. La idea inicial la tuve en el año 2010, pero me quedé atascado al tratar de redactarla del tirón primero, y por capítulos sueltos más tarde. No terminaba de convencerme ni el personaje protagonista, ni la manera de imbricar todas las demás historias, así que me resigné a dejarla en el cajón de novelas pendientes. Pero hace un par de años, retomé el proyecto con ganas mientras estaba cursando un Máster en técnicas de novela, con la Escuela de Escritores: se convirtió en mi proyecto final. Es cierto que podría haberla alargado incluso un centenar de páginas, dando más detalles por ejemplo sobre algunos aspectos secundarios, como el propio Karnifex, o centrar la historia en Madrid en vez de ser un foco compartido. Quizás más adelante, si se realizase una segunda edición… Pero de momento estoy feliz con el resultado.

LUCAS DESPADAS: Código binario lleva el subtítulo de Memorias de un hijo de la luz. Un lector que se dejase guiar por el título podría esperar una obra de ciencia ficción totalmente distinta. Tanto la alusión al lenguaje informático como a la luz pueden invitar al lector a pensar en una novela de androides o de viajes estelares. Sin embargo, la novela en el fondo es muy humana y, a pesar de que se habla de que parte de la humanidad reside en el planeta rojo, los marcianos no son el foco de la misma. El centro de toda la acción se desarrolla en una imagen de España de dentro de unos 17 años. El título queda justificado en los primeros compases de la obra, así como el subtítulo en los momentos finales de la misma. No obstante, me gustaría preguntarte por la elección de una metáfora tan llamativa como la del código binario para explicar la relación que existe entre lo que quiere vivir y lo que no.

FERNANDO CODINA: En el fondo, estamos muriendo continuamente, al menos a nivel celular. Por lo que la muerte y la vida no nos son extrañas, en todo caso el momento. Pero es una elección inconsciente, una obra de la naturaleza. Y la base de la novela es plantearse: ¿y si todos los organismos vivos, empezando por los más pequeños, optasen por morirse a la vez? ¿Hasta qué punto cambiaría nuestro mundo? Porque, como dicen en El Rey León, todos formamos parte del ciclo de la vida, y por lo tanto, de la muerte. Y son las Memorias de un hijo de la Luz, porque en el momento de detenerse la rotación de la Tierra (vale, sé que es imposible que suceda de esa manera, con tal brusquedad… pero esto no es ciencia), España se queda fijada en una luz perpetua al ser de día… También me apetecía mucho ubicar la acción en dos lugares muy distintos, la ciudad de Madrid (aunque se hace referencia a otras localidades españolas), y un pequeño pueblo de Extremadura, a través de dos protagonistas: Gerardo Golden García, en la capital; y Luis Rodríguez Márquez, en Azuaga.

LUCAS DESPADAS: En Código binario el lector asistirá al fin del mundo relatado por el último hombre en pie, en un relato que recuerda remotamente a Soy leyenda. La extinción de una especie dará lugar al fin de otras tantas. De esta forma, todos los seres vivos trataran de sobrevivir, aunque están abocados a su fin. El protagonista, autodenominado hijo de la luz, dosificará cada acontecimiento en distintos capítulos. De esta forma, el lector puede comprobar cómo el fin del mundo llega paso a paso y cómo esto lleva a una oleada de indignación y a sublevaciones en contra de los gobiernos. Frente a esto, sobreviven los que llevan un estilo de vida ajeno a lo habitual y con respeto por la naturaleza. ¿Código binario es una advertencia de que el estilo de vida que llevamos en las grandes ciudades es insostenible, así como una reivindicación de la vida rural?

FERNANDO CODINA: Aunque soy un urbanita, desde pequeño me ha atraído el tipo de vida rural, el de los pequeños y medianos pueblos. Primero por casualidad, gracias a un campamento de primavera en el pueblo cántabro de Bárcena Mayor, donde descubrí tantas cosas importantes para un chaval de trece años. Y mucho más tarde, cuando empecé a pasar las vacaciones y muchos días libres en el pueblo de Azuaga, una hermosa población extremeña. Era el ritmo de vida lo que me enamoraba de esta localidad: me acostumbré a sus tradiciones, sus gentes, y sobre todo a su arquitectura (es un bellísimo pueblo blanco). Si en algún momento decido desaparecer del mapa, tendrán que buscarme en un pueblo, a ser posible pequeño, en medio del secarral, o al borde del mar… Creo que la vida en los pueblos es diferente, más sana, y más satisfactoria. Ahora mismo tengo que conformarme con pequeñas escapadas al pueblo de mi cuñado…

LUCAS DESPADAS: Al mismo tiempo que prolifera la extinción de las especies, comienza el auge de movimientos de extrema derecha en todos los países europeos. En la España de 2034 de Código binario surge el polémico personaje de Karnifex. De naturaleza atrayente y carismática, pasa de ser un ídolo de masas por sus canciones antisistema a convertirse en el líder de un ejército de caníbales. ¿Cómo ha sido la construcción de este personaje? ¿Planeas en algún futuro relato narrar su final?

FERNANDO CODINA: El auge del fascismo, y de sus productos residuales, siempre me ha preocupado; sobre todo porque con el paso del tiempo se ha convertido en una triste realidad. Basta con leer un poco sobre la situación europea para darse cuenta de que están resurgiendo desde las cloacas de la historia distintos movimientos de este tipo. En España tenemos a Vox, pero les falta mucho para alcanzar los niveles de perfección y de adoctrinamiento del partido nazi en los años treinta y cuarenta del siglo pasado (afortunadamente), y tampoco tienen un líder carismático. Pero ya han conseguido algo que parecía imposible: obtener una amplia representación en el Congreso y el Senado. En cuanto a Karnifex, podría haber dado más datos sobre el personaje, pero me gusta que sea poco más que una sombra. Y su final, suponemos que se ha producido como el de toda la humanidad. Aunque uno de mis lectores cero ha sugerido la posibilidad de un primer y último enfrentamiento con el narrador… Quizás en la segunda edición, si se llega a producir…

LUCAS DESPADAS: Al igual que varios de tus relatos de ciencia ficción de Hijos de la oscuridad, cuando parece que toda esperanza está perdida, siempre te decides a darle una mínima oportunidad a la humanidad. Durante los sucesos de la Tierra en Código binario, los humanos de Marte permanecen totalmente ajenos y es en ellos donde está la posibilidad de repoblar en planeta azul. Para ellos, el protagonista cuenta su historia y quiere dejar constancia de lo que pasó, así como de la memoria de sus amigos fallecidos. Y no dudo que el protagonista necesita y se merece esa esperanza, ¿pero consideras que la humanidad también la necesita y la merece?

FERNANDO CODINA: ¿Y si en el fondo, el sueño profético no es más que eso, un simple sueño? ¿Una manera de que el protagonista mantenga la cordura, la ilusión? Pero al mismo tiempo, me apetecía darle alguna esperanza al ser humano: una raza capaz de construir Notre Dame y el Taj Majal; de pintar El nacimiento de Venus de Boticelli o la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci; de esculpir el David de Miguel Ángel o el Pensador de Rodin; de escribir Las mil y una noches o La Divina Comedia… en el fondo, se merecía un poquito de esperanza, algo de ilusión, aunque sea en el último momento. Si el hombre como colectivo puede ser destructor, es posible hallar individuos realmente excepcionales.

LUCAS DESPADAS: Por último, me gustaría preguntarte por otras obras de ciencia ficción que estés planeado en un futuro, así como alguna que yo haya podido obviar.

FERNANDO CODINAEn la actualidad, estoy dándole vueltas a un relato largo que presenté para una antología, porque tengo la impresión de que puede servir para otras cosas, crecer y convertirse incluso en una novela. Solo es cuestión de vencer el miedo a la página en blanco, y a la misma pereza. Pero la historia vale la pena, y el enfoque me parece interesante. No deja de ser curioso que ahora abandone el territorio conocido de los relatos de terror, y que me lance a escribir ciencia ficción, cuando es un género del que apenas leo nada (lo último fue El mago de Terramar, de Ursula K. Le Guin), pero es cierto que soy devorador compulsivo de películas de catástrofes, y tampoco le hago ascos a una cinta de ciencia ficción…

LUCAS DESPADAS: Y eso es todo. Muchísimas gracias por aceptar esta entrevista, Fernando. Es un placer tenerte en esta esquina. Desde aquí esperaré tus futuras obras. Recordad que Código binario lo podéis adquirir en físico o en digital en la página de Bohodón Ediciones en el siguiente enlace: https://www.bohodon.es/libro/1243/codigo-binario.html

El viernes 30 tendrán reseña con mi análisis de la obra.

Lean mucho, coman con moderación y namasté.


2 comentarios:

  1. A este facharrojo, Codina, lo preocupa VOX, un partido más o menos conservador con sindicato y todo, pero no PODEMOS, un partido ultra facharrojo financiado por narcodictaduras y que celebra la dictadura castrista y venezolana y que ahora quiere recortar la libertad de expresion con una ley mordaza para perseguir los delitos de odio contra el gobierno facharrojo. O sea, delito de odio es lo que dice el del moño. Se puede odiar al Rey, la democracia, la Iglesia, el islamismo, pero no se puede odiar al gobierno fascista que padecemos, con casi 60.000 muertos a sus espaldas

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    1. Pues con comentarios como el tuyo a mí también me preocupa Vox. Qué curioso que los fachas de siempre ahora llaman a los demás "fachas" también. ¿Es porque no les gustan lo que son?

      Si no le gusta a quien traemos por aquí puede pasarse por cualquier periódico en el que le den la razón. O fundar su propio espacio y entrevistar a quien le venga en gana. Blogspot es totalmente gratis y superfácil de usar. Hasta alguien como usted puede hacerlo.

      ¡Hoy es un buen día para perseguir sus sueños! ¡Luche por ellos! Y si no lo logra, recuerde que puede afiliarse a ese sindicato tan amado suyo. Lo mismo hasta le dan Oreos y una pulserita patriota.

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